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  Boletín Informativo

ALERTA COXIBS:
Inhibidores selectivos de la COX-2
Boletín Nº 1-2005


Los coxibs son una subclase de NSAID designadas como inhibidores selectivos de la COX-2.

La inhibición de ésta enzima lleva a la  disminución de la producción de PG I2, la cual no solo participa en la inflamación, sino que  es producida por la célula endotelial generando vasodilatación, atiagregación plaquetaria e inhibición de la producción de músculo liso.

Los coxibs tienen la ventaja de no afectar la COX-1 y por lo tanto no actúan a nivel gastrointestinal, plaquetario ni renal.

Tres coxibs han sido aprobados por la FDA, Rofecoxib, Celecoxib y Valdecoxib, una cuarta droga ha sido aprobada por la Autoridad Regulatoria Europea, Etoricoxib y un quinto,  Lumiracoxib está bajo consideración de la FDA para su aprobación.

Rofecoxib (Vioxx de MERCK) fue aprobado por la FDA en 1999 basado en estudios clínicos que demostraron su menor incidencia de efectos adversos a nivel gastrointestinal (VIGOR trial) y sacado del mercado en  el 2004 por producir aumento de la mortalidad cardiovascular (APPROVe).

En nuestro país por disposición 5997 de la ANMAT se retiró del mercado el 30/09/04.

En abril de éste año la FDA le solicitó al laboratorio PFIZER que retirara del mercado el Valdecoxib (Bextra)  y su prodroga Parecoxib por igual motivo.

(ANMAT disposición 2060/2005)

Hay actualmente clara evidencia científica que los inhibidores selectivos de la COX-2, aumentan la mortalidad de origen cardiovascular incluyendo infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular, los cuales se extienden a todos los coxibs.

Este efecto, se explica por la disfunción endotelial generada por la menor producción de PG I2 y la mayor producción de tromboxano A2 por las plaquetas no inhibidas, efecto protrombótico

No hay estudios clínicos que evidencien mayor eficacia de los coxibs vs NSAID clásicos en el tratamiento del dolor.

Si bien el uso de los coxibs combinados con AAS puede  disminuir el fenómeno protrombótico, al combinarlos la incidencia de efectos adversos gastrointestinales se iguala al uso de los NSAID clásicos.

Por lo tanto los inhibidores de la COX-2 debieran ser utilizados como drogas de segunda o tercera línea en pacientes con bajo riesgo cardiovascular, quienes han tenido serios efectos adversos gastrointestinales con los NSAID clásicos.